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10 tips para enfrentar el trabajo en casa

Imagen de mujer sonriendo

La cuarentena ha cambiado la forma en que estamos trabajando: si antes lo hacíamos en una oficina y con más personas, ahora debemos hacerlo en nuestras casas –generalmente- junto a las personas con las que vivimos. 

La cuarentena y el trabajo en casa

Esto ha provocado que la tecnología sea una gran aliada para trabajar: usamos nuestros computadores, reuniones por zoom u otras aplicaciones de videollamada, mayor uso del celular para llamar y comunicarnos con quienes trabajamos, el espacio común con nuestro equipo ya no es físico sino virtual (de ahí la palabra teletrabajo), y así.

Esto trae consigo ciertas consecuencias: desde que se nos cansa la vista al estar más expuestos a las pantallas, nos movemos menos porque trabajamos en nuestras casas, ya no hay contacto social con nuestros compañeros de trabajo, el formato de reuniones ha cambiado, coordinar distintas cosas se vuelve más tedioso, etc. Sin duda todos nosotros hemos experimentado los cambios que conlleva la cuarentena en nuestros modos de trabajo.

Dichos cambios en la forma usual de trabajar tienen un impacto en nosotros: al principio todo era nuevo y quizás a más de alguno le costó ir adaptándose, pero ahora hay incluso quienes prefieren este formato; otros sienten que el estrés ha aumentado, debido a que deben trabajar junto a sus familias en el mismo lugar: si hay niños, tienen que hacer clases online, para lo cual muchas veces requieren de un adulto que los supervise, y esos mismos adultos deben trabajar, y a veces limpiar, lavar y cocinar.

Es decir, toda esta situación nos pone en un escenario incierto, que nunca antes habíamos vivido, con nuevos estresores, lo cual nos empuja a buscar formas de adaptarse y funcionar.

10 tips para enfrentar el trabajo en casa

Aprender a separar

En la medida de lo posible, intentar poner un límite entre el trabajo y todo lo demás relacionado a la casa. Por ejemplo, definir un lugar fijo en el cual se va a trabajar, ya sea el comedor, la terraza, o donde más les acomode, que no tenga mayores distracciones y preferentemente con luz natural. Dejar ese lugar sólo para el trabajo durante los días de semana. Estos límites ayudan a tener cierto orden dentro de una situación que puede suscitar mucho desorden y desorganización. 

Organización del tiempo

Establece horarios de inicio y término de la jornada, lo cual te va a ayudar a planificar el día, estableciendo metas diarias y objetivos semanales, los cuales pueden ser conversados con tu equipo de trabajo; esto te ayudará además a mantenerte motivado/a.

Tomar “breaks”

Recuerda tener pausas programadas, que no impliquen trabajo doméstico: por ejemplo, a las 11.30 tener un descanso de 15 minutos para caminar un poco, tomar aire, llamar a un familiar o amigo, comer un snack. Hacer lo mismo a media tarde. Ayuda a mantener la mente enfocada y atenta, como también a disminuir los tiempos sedentarios.

Mantén tu rutina habitual

Trata de llevar una vida lo más similar a la que tenías antes: establece un horario para levantarse, ducharse, vestirse, ordenar y tomar desayuno antes de comenzar. Es importante también respetar los horarios de desayuno y almuerzo, y ojalá que no se den frente al computador. 

Poner reglas en la casa

Sobre todo si hay niños o más personas: respetar los horarios que se definan, no molestar a otros cuando están trabajando, cuidar los gritos, mantener cierto orden de las cosas de la casa, y cualquier cosa que se acomode a su familia y forma de funcionar. Pero es importante estableces límites: si antes los límites eran definidos externamente (hora de entrada y salida del colegio y el trabajo, por ejemplo), ahora requieren ser definidos internamente, dentro de un mismo espacio (el hogar) y un mismo núcleo de personas: la familia.

Hidrátate

Hidratarse es esencial, pero a veces cuando estamos en casa se nos olvida. Es muy importante tomar agua o infusiones calientes/frías, para mantener en alto el sistema inmune, e incluso para concentrarnos mejor en el trabajo. 

Pidamos ayuda

Si nos sentimos muy agobiados o estresados, recurramos a alguien que nos pueda ayudar, incluso a veces el sólo hecho de hablar y contar lo que nos pasa ya nos alivia. Es muy importante el apoyo mutuo y comunitario en momentos como éste. 

Estrategias para el manejo del estrés

Ciertamente, la situación nos genera estrés, por lo que es recomendable usar estrategias para el manejo de éste, que van a variar en su efectividad según cada persona. Una estrategia que suele funcionar a todos es la meditación o mindfulness (conciencia plena), que consiste en poner atención a los pensamientos, emociones, sensaciones corporales y el ambiente, sin juzgar o rechazar de forma negativa algo de aquello que percibimos; también se enfoca en la respiración como estrategia para poner la “mente en blanco”. Estudios desde la psicología y neurociencias han demostrado su efectividad en el control del estrés y la modulación de las respuestas a éste, utilizándose incluso como parte de algunas terapias. Hay aplicaciones que enseñan cómo practicar mindfullnes, y que tienen meditaciones para uso diario, como Calm y Headspace. 

Enfócate en lo que puedes controlar

En una situación tan incierta como en la que estamos, podemos sentirnos inseguros y con miedo debido a que nos damos cuenta de que hay  muchas cosas que no podemos controlar: hacer planes a largo plazo, salir a comprar algo, saber cuándo se va a acabar la cuarentena, riesgo de contagiarnos, etc. Es por esto que se hace aún más importante el enfocarnos en las cosas que sí podemos controlar, como alguna meta en el trabajo, dejar un espacio diario en el cual ejercitarse, cumplir los horarios que se han establecido dentro de la familia, y lo que cada uno crea que está dentro de su espacio de control. Esto nos ayuda a tener certezas y seguridad dentro de un contexto incierto, y nos permite experimentar cierta estabilidad.

Por Javiera Valech Massu

Psicóloga clínica UC

Diplomado en Trastornos de Personalidad, UC 

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